Los emprendedores son los nuevos héroes, pero como pasa con los héroes están los que sirven y los que no. Batman sirve, Robín no.
Los que no pagan impuestos nunca. El único beneficio al que está moralmente obligado el Estado con los emprendedores, es el de otorgarles una tasas de tributación especial para que puedan convertirse en el futuro en un contribuyente en regla, darle oxígeno suficiente para empezar la carrera. Un empresa recién creada debe en justicia pagar menos, lo cual es muy diferente a pretender no pagar. El agua en la llave de su casa, las vías, la justicia y que no se mueran los niños de hambre en los sitios donde no hay estado tiene un valor y a ese valor estamos obligados todos. Una empresa que se constituye sobre la base de la evasión genera, en el futuro un negocio que no soportara económicamente la carga de unos impuestos que nunca había previsto y moralmente a unos accionistas convencidos de su excusa precaria. Los que no contratan bien nunca. Muchos crean empresas como consecuencia de condiciones laborales miserables, sin prestaciones, sin vacaciones, sin primas, sin salud y sin oportunidades. Lo curioso es que cuando les llega el momento de contratar, excusándose en la fragilidad de la empresa, ofrecen contratos tan precarios como los que tenían y sin razón se vuelven los victimarios de un círculo vicioso que ataca la posibilidad de igualdad en la sociedad. Este es un empresario que olvida en favor de la supervivencia de la empresa, que sus empleados y sus familias también viven de su trabajo. Los que roban. Competir en un mercado no es robar, tomar un producto y mejorarlo, abaratarlo o llevarlo donde no estaba, tampoco. Robar es tomar una marca y solo cambiar una letra , tratar de confundir a los consumidores para que compren sobre un supuesto falso, con ofertas inexistentes, inexactas o no comprobadas. Engañar con promesas de juventud eterna, reducción de peso en días, productos falsos, son el día a día de ladrones que se visten de emprendedores Los creativos de la ilegalidad. Buscar una oportunidad fundados en lo que esta prohibido es seguir la lógica de los narcotraficantes. Hacer un negocio sobre la venta de alcohol a los menores o a horas prohibidas, la expedición de documentos sin el cumplimiento de requisitos, la venta de facturas para disminuir impuestos, no es de emprendedor, es de traqueto en potencia. Lo no regulado es una zona distinta, el derecho no avanza ni al 5% de la velocidad de la sociedad, los empresarios pueden y deben explorar campos sin normas para generar desarrollo en dicho sentido. Emprender en Colombia es hacerlo en un ambiente hostil, con un estado tramposo y una justicia ineficiente, pero eso no justifica igualarse al ambiente porque se esa forma nunca lo vamos a cambiar. Más información sobre temas jurídicos en nuestra página de Abogados en Colombia y Crear empresa en Colombia.
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